Actitudes de un Misionero

1.- NO INVADIR: Cuando visitamos especialmente una casa debemos mantener una actitud de sumi respeto. Esa casa,es su casa, es el lugar donde cada familia ha desarrollado su historia y entonces siempre tenemos que sentirnos de visita. Ello tambien significa no invadir su intimidad, no hacer preguntas indiscritas, no indagar más allá de lo que nos quieren contar, en fin de cuentas respetar su modo de vivir.

2.- NO ENJUICIAR: En las misiones se conocen muchas historias dificiles de entender, porque muchos viven realidades incluso fuera de la norma moral, aunque sean cristianos. Madres solteras, personas que conviven sin casarse, muchas envidias entre vecinos, etc. Nuestro papel no es juzgar porque no nos corresponde ni los conocemos lo suficiente siquiera para aconsejarlo, sólo debemos acogerlos. Los consejos se dan sólo cuando piden. Un consejo que no se pide sólo sirve al que lo da.

3.- NO SENTIRSE SUPERIORES: Aunque vayamos a enseñar catecismo a celebrar liturgias y a evangelizar ello no significa que no tengan nada que enseñarnos. Recuerden que el misionero se siente siempre alumno en esta maravillosa escuela que es la vida. No nos vamos a mostrar modelos de virtud a la que ellos deben imitar, simplemente vamos a compartir nuestra fe y a animarnos unos a otros.

4.- ESCUCHAR Y OBSERBAR: Esta actitud es una actitud de prudencia. Cuando se llega a un lugar nuevo lo primero que debemos hacer es observar para no sacarnos de su esquema de vida. Significa aprender sus expresiones sus costumbres, y a por sobre todo escuchar, existe mucha necesidad de ser escuchado y porque de ello aprenderemos grandes lecciones de vida.

5.- PONERNOS EN EL LUGAR DEL OTRO: Que haría yo si para llegar a la liturgia tuviera que caminar 5 kilómetros con frío y lluvia..... Que haría si mi única alternativa de vida y supervivencia es convivir con una persona que me ofrece su casa y hacerse cargos de mis hijos de otros padres..... Estas situaciones nos obligan a preguntarnos " Que haría Cristo en mi lugar".

6.- CONFIAR EN ELLOS: Significa exigirles según su capacidad sin menospreciarlos. Significa creer en la riqueza de la otra persona. Eso implica para nosotros prepararnos como lo haríamos para enseñar a cualquiera que lo necesite, rico o pobre. No por ser pobres de bienes materiales son por ello ignorantes o incapacitados. Debemos infundirles confianza animarlos buscar mejores formas de vivir. Alos niños invitarlos a estudiar a no abandonar el colegio para tener mejor vida que sus padres.

7.- ESTAR PRÓXIMOS: Para ellos nosotros somos extraños y nunca se se puede confiar en los extraños y nunca se puede confiar en los extraños eso nos obliga a estar lo más próximos que podamos, por esa razón visitaremos su casa, nos interesaremos por conocer de sus vidas, de su historia. Recién después de eso podemos evangeliza.

8.- TRABAJAR CON ELLOS PARA ELLOS: En todo lo que hagamos debemos invitarlos a participar con nosotros, no a que sean simples espectadores sino protagonistas. Nosotros después de la misión nos iremos y ellos deben continuarla.

9.- ACTITUD ABIERTA Y ACEPTADORA: Aveces hasta una mirada puede significar un rechazo y de ello también nos debemos cuidar. Nosotros partimos de la base que los aceptamos como son, así los acepta Cristo y todo cambio que ocurra en ellos a partir de nuestra visita es porque lo descubren como un bien para sus vidas

10.- RESPETAR SUS RITMOS, SUS EXPECTATIVAS: Sin duda esto es lo que más cuesta porque su forma de vivir es absolutamente distinta a la nuestra, el tiempo para ellos corre a otro ritmo, y sus expectativas de vida sin duda no son las nuestras y esto responde a una cuestión cultural, así han vivido sus padres, así viviran ellos. Nosotros debemos adaptarnos a ellos no ellos a nosotros.




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